domingo, 25 de marzo de 2012

nacer al mundo de nuevo

CADA QUIEN SU PROPIA MÁSCARA

"Los que, por suerte o por desgracia, salen del sueño prescrito, nacen a este mundo como niños perdidos. ¿Donde están las palabras, dónde está la casa, dónde están mis ancestros, dónde están mis amores y dónde están mis amigos? No hay, hijo mío. Todo está por construir. debes construir la lengua que habitarás, debes construir la casa en la que no vivirás solo, y encontrar los ancestros que te hagan más libre. Y debes construir la nueva educación  sentimental por la que, de nuevo, amarás."
COMITÉ INVISIBLE


"Este es un libro de amor. Habla sobre la imposibilidad del amor en nuestra estructura económica. ¿Qué significa esto?
El capitalismo no está ahí fuera: en el FMI, la OMC o el BCE. El capitalismo es una promesa de paraíso en la tierra, una idea de éxito y realización, un poder de fascinación.
Tiqqun le pone nombre y le da figura: la Jovencita. La Jovencita no es mujer ni hombre, sino una imagen, un modelo, un ideal. Eterna juventud, seducción ilimitada, placer indiferente, amor asegurado contra todo riesgo, control de las apariencias, cero defectos.
Impersonal, implacable, impecable, impermeable e imposible, la Jovencita se apodera de nuestra mirada, de nuestro deseo y de nuestro imaginario. Es una máquina de guerra. No se deja tocar y nunca pierde.
Tiqqun dibuja el campo de batalla: nos lo hace ver. De qué modo un bolso, un culo, una sonrisa, un perfume, unas botas o unos bíceps pueden ser armas en una guerra. Librada entre nosotros y en el interior de cada uno. Una guerra contra el azar y los encuentros sin garantías, la belleza y la sensualidad singulares, el tiempo de toda duración, la violencia del abandono y la entrega. Contra el amor verdadero.
Fragmento a fragmento, Tiqqun disecciona a la Jovencita. Sin piedad, porque hay que conjurar su poder de fascinación. El hechizo que nos hace ver la realidad repleta de arrugas, fracasos, peligros, grasas y ataduras. Brutalmente, porque el objetivo es desvelar la verdad que esconde su promesa de paraíso: vulgaridad, angustia y soledad.

Y al trasluz de la crítica, nos propone una nueva educación sentimental."



Hombres, pensadores, filósofos, intelectuales, activistas... se dan cuenta, ponen en práctica y teorizan sobre la violencia estructural que envuelve su propio ser, sus deseos, sus acciones. El mundo simbólico capitalista se derrumba y el patriarcado ha muerto. Creo necesario no darle nada de aliento, actuar y vivir de otro modo: crear lenguaje, construir la casa habitable, recrear la genealogía masculina libre. Otro orden simbólico que ponga la vida de las personas en el centro, el orden simbólico de la madre, que ya está siendo. Mientras intento esquivar los cascotes del derrumbe, yo ando en un lugar simbólico y físico donde crecen las flores, vuelan los pájaros, se respira el aire fresco del campo que huele a tomillo, corretea el arroyo entre peñas... y crece la vida.

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