jueves, 13 de septiembre de 2012

caminando los Pirineos: Cotiella


árbol quebrado en el circo de Armeña
Tenía muchas ganas de Pirineos y de unos días de montaña con mi hermano Javitxu. Conectamos en el pensamiento y el tiempo para irnos allá cinco días. Decidimos ir a subir al Posets, al valle de Benasque, y a otros dos picos, el Cotiella y Ballibierna, en tres macizos diferentes. Llegamos la noche del jueves al pueblecito de Barbaruens, pillamos agua en el pilón y un paisano nos indicó la pista que podriamos subir para iniciar el camino al circo de Armeña y la ascensión al Cotiella. Dormimos en el bosque con el olor caracteristico pirenaico del boj y el sonido del carabo de fondo.
Madrugamos al día siguiente y después de desayunar y preparar todo salimos hacia las diez de la mañana. Otro paisano nos comentó un atajo para la cumbre una vez pasado el lago, por unos caminos de ovejas y atravesando el karst y las dolinas. Al principio, seguimosun rato la pista ganadera que se hizo enseguida senda entre pinos de montaña, arces, robles, hayas, bojes y abedules, que iban dando paso paulatinamente a los peñascos calizos, los paredones y la faja por la que va el camino. Llegamos a la laguna, medio seca y agostada, con una oveja acostada y moribunda. A la bajada le comentamos a los pastores y nos dicen que unos días atrás había otra que estaba siendo devorada por los buitres (y probablemente otros carroñeros). Pillamos el atajo y nos adentramos en el mundo karstico, por el que nos guiamos con buena intuición y orientación.


edelweis (flor de montaña) en el circo de Armeña
Los prados medio secos plagados de la preciosa flor de montaña, la edelweis. Y nos topamos con una sima con una cuerda colgando, segura exploración de espelólogos, que vimos su campamento de tiendas desde la cumbre.

observando los quebrantahuesos
 En el collado del Cotiella nos llevamos la gran sorpresa cuando nos sobrevuela un quebrantahuesos y al momento aparecen dos más, una pareja y un polluelo joven, que vemos evolucionar por los alrededores e incluso me dejan observar un rato con los prismáticos. Qué emoción volver a ver estas aves majestuosas por los parajes pirenaicos.

cumbre del Cotiella
A las dos y media estamos en la cumbre del Cotiella, tenemos nubes que amenazan tormenta y corre un airecito fresco. El panorama es espectacular aunque la luminosidad grisácea nos impide ver con claridad los macizos del Posets y de las Maladetas, donde iremos los proximos dias. Aun así la emoción nos abriga juntos a los hermanos Ceballos, de nuevo en una gran cumbre.

nuestro escrito en el libro de cumbre

Encontramos el buzón con el libro de cumbre y dejamos unos pensamientos escritos, recuerdos a mis niñas Patri y Antonia, y a la vivencia compartida. Bajamos cagando leches al collado, y por el camino normal al refugio, donde descansamos y comemos algo. Seguimos hacia el lago, el bosque y el coche en la pista. Unas ocho horas de buena caminata para ir calentando el cuerpo. Estiramos un rato entre amagos de lluvia y bajamos al pueblo a reponer agua. Reconocemos y volvemos a charlar con los cuato paisanos que descansan en un banco comentando el día. De camino a Benasque está lloviendo más seriamente. Bendita lluvia que mantiene este verde imposible. Aún nos da tiempo de comprar un frontal en Barrabés, viandas en una tienda y ubicarnos en el aparcamiento del siguiente día, el valle de Eriste, de subida a Posets.

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