miércoles, 18 de abril de 2012

noche de teatro


Anoche fuimos a ver esta obra de teatro-ópera-perfomance y he de reconocer que mereció muchísimo la pena el esfuerzo de bajar al centro y volver de madrugada. Un espectáculo para los sentidos, visual y sonoro, con emoción y sentido. Personal, desgarrador, emotivo, político. La historia de una vida y un renacimiento. La relación con la madre real, con el padre, consigo misma, con el último amor frustrado. La creatividad artística como salida frente a la imposición, la uniformidad, la violencia, la guerra...y viviendo con toda el alma. Muchos momentos mágicos, uno de ellos, la bandera blanca ondeada por soldados y la jinete, que me recuerda a la foto simbólica de Marina, la heroina, en el caballo blanco.

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