sábado, 14 de abril de 2012

14 de abril

guirnalda republicana de Loveloux adornando los libros

"Volvió a su casa rápidamente; ya era una muchedumbre la que llenaba las calles, la Puerta del Sol y hasta por la calle Mayor. Más era una muchedumbre compuesta de grupos, vecinos de los barrios, amigos, gente que confraternizaba de repente, obreros de algún taller que se habían echado a la calle; no era la masa uniforme de los entierros de algún personaje, ni de las manifestaciones; estaba compuesta por unidades de intimidad, como si en cada casa estuviesen festejando el santo de la madre o el aniversario de bodas o un bautizo y se hubieran vertido en la calle al mismo tiempo. Una alegría única y reflejada de modo distinto en cada grupo según su condición, su clase social, su caracter o estilo.
La multitud presentaba una forma distinta dos horas después. Seguían visibles los grupos, pero de unos a otros se extendían las manos, se cruzaban los dichos, y era ya como una guirnalda de corros engarzados unos a otros, como un gigantesco corro que daba vueltas, se rompía y se volvía a unir; no estaban siendo más de los que cabían, no agolpados, sino unidos, y se distinguían las figuras formadas de hombres y mujeres, estrellas que formaban constelaciones, como si se repitiese abajo el mapa celeste,como si aquel redondel fuese ese centro de la tierra que los pueblos antiguos delimitaban lo primero al hacer su ciudad, al Centro del Universo donde concentran su luz las estrellas, donde salen las almas de los muertos a mezclarse con los vivos, colector del cielo y de la tierra, de la vida y de la muerte.
...
El cielo de abril dejaba caer su luz blanca, azul y blanca, hasta tocar transfigurando a la multitud. La luz era también de mil reflejos, en un blanco único toda la infinitud que hay en el blanco. En la blancura destacándose, perfilándose en el cielo. Alta, alta, ondeaba la bandera republicana, ahora ya del todo desplegada. y mirándola, fijó los ojos en el reloj de la torre. Eran las seis y veinte. Las seis y veinte de la tarde de un martes 14 de abril de 1931."

Delirio y destino. María Zambrano

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