a dios rogando...

trono LA REPRESIÓN: sale aunque llueva

En estos días santos, de repique diario de campanas y procesiones, en nuestro supuesto estado aconfesional, la María Dolores carga con el muerto bajo palio, igual que antaño cuando al menos no se decían democráticos. Estos días que huelen a rancias tradiciones de la Edad Media (donde muchas mujeres eran más libres) parecen modernos por la igualdad de sostener el trono, presidir poderosamente una comunidad o conducir un tanque. Cuando hablamos de religión, me recuerdan mi madre y mi padre que decía y practicaba Jesús de Nazaret: ama a tu prójimo como a tí mismo. ¿Se lo cree de verdad mucha gente católica y la propia iglesia? Yo conozco personas que sí, de corazón, y reniegan totalmente de la iglesia católica, su estructura y poder de sometimiento. Ya está bien de pasear hipócritamente la pasión de Cristo de modo tan fariseo, rezar por el perdón de los pecados propios y ajenos. Creo sería más verdadero que cargaran con el trono del antidisturbios (o el militar), que apalea indiscriminadamente a personas que quieren paz y amor en el mundo, y proteje con violencia a los poderosos y sus privilegios.