jueves, 22 de marzo de 2012

el sueño de José, de Gustavo Martín Garzo

Gustavo Martín Garzo

"En el campo próximo había un espantapájaros. Estaba hecho con paja y tenía los brazos extendidos sobre las espigas. Los pájaros no parecían temerle. Volaban chillando a su alrededor y los más temerarios llegaban a posarse en él y a picotear entre la paja que asomaba en el término de sus ropas. Tuvo al verlo una idea descabellada. ¿Y si alguno viniera volando hacia él? ¿Si al ofrecerles sus manos llegaran a confundirlas con una parte de aquella paja y también se posaran en ellas? ¡Ah, poder entonces mostrar a María aquellas manos amigas de los pájaros, de todos los animales! ¡Que le bastara con tenderlas para que al instante una paloma torcaz descendiera a buscar en ellas su alimento, acariciar a un cabrito para que éste se quedara inmóvil contra su pecho! Vio a María esperándole con todo dispuesto, la palangana con hierbas aromáticas, las toallas y los ungüentos, y tomándole dulcemente las manos para lavárselas. ¡Llenándoselas a cada instante de besos, porque en ellas aún se conservaba algo de esa vieja cualidad que habían tenido todas las criaturas en la colonia de la que había hablado el profeta Isaías! Era su sueño preferido desde que era un niño, e, incluso en sus ratos libres y con la excusa de estar haciendo juguetes para los niños, había tallado en madera alguna de estas escenas. El lobo vivía junto al cordero, el león comía paja junto al buey, y el niño de pecho jugaba en su cunita con víboras y alacranes que jamás le causaban daño. ¡Cuánto le habría gustado haber podido encontrar el camino hacia un mundo así, y estar en él con María y el niño después de la terrible noche! Un mundo donde todas las puertas estuvieran abiertas, donde el trabajo no estuviera al servicio del propio provecho, y en que niños, ancianos y enfermos se sustentaran con bienes comunes. También donde hombres y mujeres no se guardaran desconfianza mutua, y donde pudieran aprovecharse dulcemente unos de otros sin que nadie fuera vencido."

El lenguaje de las fuentes. Gustavo Martín Garzo

Me estoy volviendo a leer este libro que cuenta la historia de vida de José, carpintero de Galilea, padre putativo de Jesús y compañero de vida de María. Me gusta este hombre de su tiempo, cuidadoso y amoroso con las personas de su alrededor; que desea, crea y sueña en su realidad un mundo más libre. Creo que la genealogía masculina tiene referentes aquí, José y Jesús (y Gustavo que los imagina y recrea de este modo).
Gracias, Patri, por descubrirmelo.

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