Patri momentos antes de visualizar los lobos |
Ya había salido el sol hacía un rato, serían pasadas las diez, llevabamos dos horas buscando por todos los alrededores la presencia del lobo. La mañana había sido bajo cero, heladora y aún teniamos el frío en el cuerpo. Las laderas del pico Mira estaban rasgadas de pistas y cortafuegos, con pinares de reploblación y matorrales bajos, por donde podría aparecer el bicho que buscábamos en cualquier momento. Patri se puso a mirar hacia una pista que pasaba debajo del pinar con el telescopio, en un cruce que nos parecía idóneo, el resto seguíamos con los prismáticos rastreando por todas partes. Y de repente, exclamó, casi gritó: -¡estoy viendo el lobo! Pegamos un bote de emoción y nerviosismo y apuntamos hacia donde nos indicaba. Y eran dos, quizá un macho grande y canoso que se paró en el cruce mirando hacia el barranco, y una hembra, más pequeña que le iba siguiendo. Nos pasamos el telescopio y los estuvimos viendo más cerca también Javi, Carlos y yo. ¡Que emoción! Fueron unos escasos minutos, se volvieron por sus pasos hacia atrás, a la otra ladera y desaparecieron. Una presencia fugaz, intensa, potente se quedó en mi cabeza. Lo habíamos visto, pisabamos tierra de lobos.
el cruce donde aparecieron los dos lobos |
ladera de Mira con el cruce de cortafuegos |
Patri, Javi y Carlos observando la zona desde otra vertiente |
¡qué emocionante ha sido!
ResponderEliminarSentir la fauna salvaje, y concretamente lobo ibérico, ha sido como penetrar en la naturaleza...
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
javitxu