Han llegado las primeras nieves a la Maliciosa y los Porrones, hace viento y las hojas se desprenden de los árboles revoloteando por el horizonte en remolinos de colores. Paseo de nuevo caminos casi olvidados de alrededores del pueblo, me regocijo con los arroyos corriendo otra vez y la hierba brotando de los prados encharcados. Ya en casa, escucho a este hombre cantando de esta manera. Un día precioso.
mi abuela Antonia me decía (y a veces también mi madre Carmen) con una sonrisa feliz en los veranos del pueblo donde nací, Arroba de los Montes: -qué bien andais de aquí para allá, barutitos-. Ahora entiendo su verdadero significado, cómo me sentía libre, conectado con mi deseo y jugando con los demás. De mí, barutarroba, desde lo que voy siendo al mundo que voy viviendo, y atreviéndome a ser libre.
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Me encanta cuando le pones palabras a lo que sientes, a lo que ves, a lo que vives. Tu mirada es apasionada. Y me gusta que te guste Antony.
ResponderEliminarbesitos