mi abuela Antonia me decía (y a veces también mi madre Carmen) con una sonrisa feliz en los veranos del pueblo donde nací, Arroba de los Montes: -qué bien andais de aquí para allá, barutitos-. Ahora entiendo su verdadero significado, cómo me sentía libre, conectado con mi deseo y jugando con los demás. De mí, barutarroba, desde lo que voy siendo al mundo que voy viviendo, y atreviéndome a ser libre.
domingo, 21 de agosto de 2011
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