Escucho este disco como un mantra una y otra vez, en casa, y no me canso, cada vez me gusta más, quizá estemos en la misma onda en estos tiempos. Mientras, el follón interior da vueltas y algunas cosas parecen que se colocan, hasta que vuelven a volar; la chimenea nos empieza a dar calor; el repiqueteo del agua suena en la ventana; estiro tras una carrerita; leemos, charlamos, cocinamos y comemos cosas ricas, navegamos por internet; y la vida sigue a su ritmo, en espera del gran acontecimiento, inminente, radical. Y salgamos pitando tranquilamente de casa y volvamos tres, con Antonia en nuestros brazos, definitivamente en nuestras vidas.
mi abuela Antonia me decía (y a veces también mi madre Carmen) con una sonrisa feliz en los veranos del pueblo donde nací, Arroba de los Montes: -qué bien andais de aquí para allá, barutitos-. Ahora entiendo su verdadero significado, cómo me sentía libre, conectado con mi deseo y jugando con los demás. De mí, barutarroba, desde lo que voy siendo al mundo que voy viviendo, y atreviéndome a ser libre.
Todas las mañanas desde mi ventana veo un trocito de montaña, no es la vuestra, pero no sé por qué pienso en "vuestro gran acontecimiento"... Me gusta lo que dices. Pensando en Antonia y en mi Lola de 5 meses quiero seguir "cuidando" esta casa grande en la que estamos. Bsss. Rosa
ResponderEliminarMe encanta imaginaros así, en el salón y con esta música que, en esta tarde de viernes, está acompañando mis propias revueltas internas... que también se colocan y descolocan por momentos. Qué ganas de verle la carita a Antonia. Besos,Enci.
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