miércoles, 3 de octubre de 2012

competición, montaña y muerte

disfrutando la cumbre del Ocejón de 2011

Me recorre un escalofrío por el cuerpo con la noticia de muerte de una mujer corredora en la carrera del Cavalls del Vents. Estaba atento a como transcurriría esta carrera porque dos amigos estaban allí corriendo y sabía que el tiempo era bastabte malo. Me toca profundamente porque es una distancia que yo mismo he realizado, incluso he pensado varios años hacer esta misma carrera, después de completar a gusto varias pruebas de esta categoría los últimos años, el Carros de Foc en los Pirineos y el Gran Trail de Peñalara en la sierra de Guadarrama. Yo corro en la montaña porque me gusta fundamentalmente la montaña y disfruto de correr, y más si es en compañía, con mi hermano Javitxu y otros amigos. Yo  no concibo la competición ni conmigo mismo, y quizá por eso, he terminado y disfrutado al máximo de cuantas carreras he hecho. Y es mucho decir: 1 GTP (110km), 2 Carros (72 km.), 6 Maratón Alpina Madrileña, 3 Galarleiz, 2 MAPOMA y muchas medias de montaña. Y he disfrutado, reido, cantado, charlado, sufrido, dolido... y sentido tantas sensaciones intensas e inexplicablemente gustosas. Me resulta doloroso que una mujer corredora con experiencia pueda fallecer de hipotermia con un tiempo terrible por la montaña por no llevar un chubasquero y una manta térmica, por ir sola y por ir al límite en una competición de élite, comentada por los medios  de gesta épica; y se me quitan las ganas de apuntarme a más carreras de este estilo. Ya me borré de todo lo que organizara Peñalara y lo reconfirmé con la mala experiencia organizativa del GTP. Ya me borré del MAPOMA por el insultante exhibicionismo militar. Y me borro de este tipo de carreras de élite, patrocinadas por las empresas del sector, Salomón o The North Face, donde la competición y el negocio es lo importante y se ensalza a líderes de records. Seguiré disfrutando del campo, de la montaña, de mis carreritas por la Pedriza o por donde sea, en solitario, con Javitxu, Angel, Rober, Charli, Andoni, Itzi, Patri...mis amigos. Seguiremos paseando la pirata y el jamón en el Ocejón mientras nos siga apeteciendo.

tocando el violín jamonero en el avituallamiento de Peña Bernarda

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