nieve en la luna llena de primavera

Ayer amaneció en Mataelpino todo nevado, más que en todo el invierno. Por fin llegó el agua y la nieve por la primavera con el influjo de la primera luna llena. Me calcé las zapatillas y me fui a corretear por los caminos y praderas nevadas lleno de entusiasmo.

La pradera grande estaba bien nevada y se encharcarán los bohonales con estas aguas. Visualizo todo el horizonte nevado, la Maliciosa y los porrones, robledales y fresnedas, pueblos y la sierra de Hoyo; y al fondo asomando las torres de Mordor. La belleza del paisaje es espectacular: el sonido de los copos cayendo amortiguados por el manto de nieve, las rocas redondeadas de granito del prado, las jaras y los enebros. Pienso en los endrinos florecidos, los perales, incluso algunos cantuesos que despuntan timidamente, que ahora florecerán con más energía. Es un placer volver a ver correr los arroyos.
Ahora me voy de nuevo a corretear por el barranquito a chapotear barro y nieve, esta vez en compañía.