El solsticio de invierno es el día más corto del año y la noche más larga. Es una fecha señalada en todas las culturas por su trascendencia, es el momento más oscuro del año y cuando la luz empieza a crecer. Es el inicio del invierno y el tiempo de festejos, recogimiento y cambio. Desde la antigua Mesopotamia y Persia, China, India, Tibet, los pueblos andinos, griegos, romanos,etc. Las Saturnalias romanas festejaban la paz intercambiandose regalos el 25 de diciembre. Las Dionisiacas y las Leneas griegas son para la prosperidad de la naturaleza. Las culturas celtas celebraban el amor y la fertilidad, los nacimientos y la siembra, con bailes y comidas. Estas tradiciones han sido usurpadas por la iglesia romana, apropiándose de sus ritos y símbolos, lo que en estas fechas celebramos como Navidad.
En noches frías y oscuras como hoy, el cielo despejado me deslumbra plagado de estrellas y la constelación de Orión despliega su belleza.
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