domingo, 20 de noviembre de 2011

pensando en lo comunitario

mujeres de las comunidades zapatistas

 Mi forma de ser, de vivir, de sentir y de actuar hace mundo. O lo que es lo mismo, lo personal es político. Ver esto, de la mano de Gra, me ha permitido cambiar mi relación con el mundo, que lo transforma radicalmente.
Pienso en todo esto y me lleva a hacerlo sobre lo comunitario, al hilo de crear un mundo de belleza que florezca entre tanto horror actual, que amenaza ruina aplastando con sus cascotes los jardines de flores.
Yo tengo un sueño desde hace años, un deseo que dejo que fluya en mi interior y se modela según el momento, que sigue intensamente vivo y a la espera de que crezca cuando la semilla tenga las condicones óptimas. Es el de vivir en comunidad con mi gente querida, donde cada una y cada uno pongamos nuestro ser singular de deseos y hagamos un común sigular de relaciones y vida. Me lo imagino en un entorno rural, con pequeñas casitas y otros espacios comunes, con huertas y campos, con montes que disfrutar. Un mundo que deje espacio al deseo, a la creatividad y a las relaciones. Un mundo real de convivencia y libertad, que sea interpedendiente de relaciones y lo más sostenible energéticamente, que dependa lo menos posible del dinero y del petroleo. No creo en un mundo ideal, modelo integral. Con el tiempo se mueve el sueño real, con personas y lugares. Es una fantasía arraigada en la realidad de mi vida y que siento que haré posible más pronto que tarde, guiado por el deseo y también por la necesidad, en estos tiempos que se avecinan de crisis ecológica y económica sin fin.
Pienso en iniciativas que conozco donde se comparte lo personal de cada uno en comunidad, incluso fuera del sistema vigente capitalista, fuera de esas normas, y entonces veo que ya se está haciendo en muchas partes. Que el sistema no lo ocupa todo, ni el capitalismo ahora ya en derrumbe, como ha pasado también con el patriarcado, ya muerto simbólicamente. 
En la pareja, la familia y las amistades políticas, que compartimos, dando y recibiendo generosamente.
En el grupo de consumo espigadoras y el espacio del centro sociocultural el balcón de Mataelpino, en el centro infantil autogestionado y las huertas populares nacidas al calor del 15M, en los bancos de tiempo y otras iniciativas similares que se mueven al margen del dinero. En pueblos como Lakabe y tantos otros okupados y autogestionados. Incluso a mayor escala, en las comunidades zapatistas de Chiapas, que tuve la suerte de visitar hace unos años, con sus Caracoles y Juntas de Buen Gobierno, viviendo en comunidad en un territorio bastante extenso. 
Hoy voy a votar sólo con el convencimiento de sostener un poco el sistema para que me de tiempo a hacer crecer mi jardin de flores y ponerlo a salvo de la lluvia de cascotes.

"un mundo donde quepan muchos mundos" hechos contra el decoro, tocando en directo en el II encuentro por la humanidad y contra el neoliberalismo en Chiapas

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