sábado, 24 de septiembre de 2011

Pat Carra, el humor de la libertad femenina.



-En los tiempos que corren, ¿quién puede estar tranquilo?
-Quien no corre con ellos.



-Por fin he podido conciliar familia y trabajo.
-Estoy soltera y en paro.


-Las mujeres tienen que tener poder igual que los hombres.
-¿De qué sexo ha de ser quien lo sufre?

"Vengo de una familia con muchas mujeres. Ellas fueron las primeras protagonistas y el público originario de mis viñetas. El teatro familiar era una mina de inspiración y se prestaba al relato de conflictos y alianzas, escándalos y dramas. Yo necesitaba desesperadamente transformar mi rabia y, también, la rabia de mi madre, neesitaba salir viva de las peleas violentísimas, auténticas guerras domésticas, que se desencadenaban, sobre todo después de la muerte prematura de mi padre, en nuestra furiosa colmena. La salida humorística funcionaba casi siempre: en esto tuve suerte. Hacía caricaturas, pequeños teatros, imitaciones y, sobre todo, bromas. Partía de la fortuna de ser al menos dos: por lo general éramos mi hermana gemela Cristina y yo; mi hermana lo apreciaba y se reía. El humorismo se nutre de placer compartido en situaciones fuertes. Necesita relación. En su base está el deseo de crear una alianza fundada en el placer, de provocar un desplazamiento de mirada en compañia de otra persona. Es el deseo de jugar también en medio de las bombas.
...

La exposición sobre el trabajo

Las imitadoras de modelos masculinos son siempre interesantes, porque ofrecen la posibilidad de ironizar sobre la emancipación y sobre la homologación.
Cuando observo a mujeres con poder, tengo cuidado de no caer en representaciones virilizadas o supermujeres crueles, una visión machista que está lejos de la verdad.
En una viñeta, una mujer arrogante le dice a otra: "Las mujeres tienen que tener el mismo poder que los hombres." La otra, preocupada, responde: "¿De qué sexo tiene que ser quien lo sufre?".
El poder encarnado por mujeres en los lugares de trabajo es difícil de enfocar porque toma una forma materna, omnipotente, repleta de chantajes afectivos. Observar las diversas formas de poder es el destino de quien se dedica al humorismo.
¿Qué hacer? Pienso que esta es una apuesta para las humoristas que aman mucho la libertad femenina."

PAT CARRA. El humor marca la diferencia.
DUODA. Estudis de la Diferéncia Sexual, núm. 39-2010

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